En varias ocasiones hemos indicado que la mejor y más simple forma de mejorar nuestras campañas es probarlas, en concreto realizar un test de los denominados A/B.
¿Cómo realizo el test?
Para realizar la prueba escogemos dos versiones diferentes de nuestro email (A y B) y se remiten a dos grupos de nuestra lista elegidos de forma aleatoria, el email que consiga mayores tasas de apertura, de conversión, click…, es el que se enviará después al total de nuestra base de datos.
¿Qué cosas puedo probar?
- El texto del asunto
- Colores del mensaje
- Diferentes imágenes que acompañen al texto
- El texto y la ubicación de la llamada a la acción (Call-to-action)
- El día y hora de envío
- La oferta que remito
- La landing page a la que llegan al hacer click
- Etc. (cualquier otra cosa que se pueda modificar se puede probar)
Es importante no probar todo a la vez, ya que enviaríamos dos mensajes totalmente diferentes y no podríamos determinar exactamente qué es lo que ha funcionado o lo que ha fallado. Lo mejor es centrarse en aquello que a priori entendemos que puede tener impacto en nuestro caso.
Realizar una buena prueba A/B puede suponer una mejora significativa en los resultados, ya que nos ayudará a ir sabiendo qué es lo que funciona mejor para nuestro tipo de negocio.
Es fundamental también hacer tests de forma regular, ya que los gustos de los receptores van cambiando y lo que hoy ha dado mejores resultados, dentro de 6 meses puede estar estropeando nuestra campaña.
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